Quisó escribirme una carta, pensó que con mirar a su luna, ese conejo le daría las palabras para mi. Cual niña emocionada encabezó con la fecha, pausa de dos líneas y un gran
Hola:
Divagó en su recuerdos y en como plasmar en papel la inocencia de su amor, cerró sus ojos y se vio a mi lado paseando por un lago, besándonos en el mar, amándonos frente a un espejo, tendidos en un parque, bailando hasta el amanecer, tomándonos un café.
Sonrió consciente de que en esas líneas vacias, sus dedos solo acariciaban el papel, Ella que con sus manos hacia magia en mi ser, en letras se confesó ajena y en un suspiro cito a Cortázar "Porque sin buscarte ando encontrándote en todos lados, principalmente cuando cierro los ojos". Besó la carta y me la envió.