Hoy mi alma,
abandonara mi cuerpo moribundo,
será materia inerte,
pero se elevara,
el viento aliado la soplara
y pondrá en tu ventana
mirándote al sentir
tu lejanía en mi morir.
Así sentirás,
cada noche al dormir,
esta presencia indómita
del deseo
que mi cuerpo
abandonado sentía por ti
y entonces,
tu frio y mi frio,
serán leña para encender
la pasión en cuanto
tus ojos se cierren.