Antes sospechaba que no era el viento quien tocaba mi cuerpo, que no era el sol quien me calentaba, que no era el trinar de los pájaros lo que escuchaba, que la luna no era quien velaba mis sueños, que no era el genio aquel quien cumplía mis deseos.
Y ahora que tú no estás a mi lado entiendo y comprendo que solo eras tú, que eran tus manos quienes me tocaban, que era tu cuerpo quien me calentaba, esos tus labios quienes me susurraban la música de tu voz, tú la que me acompañaba en las frías noches durmiendo en mis sueños y tu solo tu quien complacía y llenaba mis deseos más íntimos.
Y ahora aunque sé que es tarde y que mi voz no te llegara...
Ahora estoy seguro.
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