Las hojas blancas de un cuaderno,
son testigos inertes
de estas ganas de tenerte,
poseerte y que seas mi querer.
El sol en el ocaso,
la luna en su resplandecer,
tu mirar es mi orto,
tu sonrisa mi amanecer.
En las hojas de mis sabanas
deberías escribir tus letras,
dejar impresas en ellas
tus formas de mujer.
alli placida y tendida al querer de tus lineas maravillosas, eres en maestro entre letras y placeres...
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