He estado alejado de mis letras... en estos días aprendí, que hay letras que duelen cuando emergen y duelen, porque ellas son confidencias que no salen de nuestras bocas.
Me hago llamar poeta
y en cada escrito,
aún sin proponermelo,
siempre hay algo mío que plasmo en ellos.
Hay insomnios y desvelos, en ellos, deshojo mis recuerdos de ella en su vestido de dama piel y yo siendo fiel caballero, enredandome en su figura buscando alinear nuestros ombligos.
Susurrandole a la almohada que ella es mía, creando versos en mi alma con densa calma, sabiendo que hay un sitio reservado para su cuerpo en mi cama.
Incluso comprendí que hay heridas que llevo conmigo, sabiendo que ni el tiempo podrá curar.
Sí,
una vez más entendí,
que hay letras que duelen,
ellas a veces no brotan,
siendo verdades...
...que no saldrán de mi boca.
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