martes, 3 de enero de 2012

Propelas

Hoy las propelas de este motor sucumben ante la inmensidad del oleaje, el bravío mástil erguido cae ante el viento imperante y este ímpetu de corajudo capitán ha de rendirse sumiso ante tal fuerza natural. Querrás tu bravío mar detened a este loco marinero, echado a tus aguas sin sentir que desdoblas sus fuerzas.
Pero estas letras que caen en tropel ahogadas en ancho mar, se verán convertidas en oraciones sin sentido, en palabras arrojadas a oídos inertes y caerán en vacios impronunciables,  en simas profundas, oscuras y que no llegaran ni tan siquiera a oídos de sirenas en alta mar.
Oh vacio en oscuridad dadme la luz, la guía para no hundirme en esa soledad, no me  marques el camino, no señales mi voluntad, déjame entender  lo que me presentas y aunque equivoque mi norte que sea mi sur, en el este de mi nacer podre entender el oeste de mi fallecer.

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