Sentado en esta orilla de playa, cavilaba en que sería lo más hermoso que me pudiese dar la naturaleza, la vida como tal, después de ver este atardecer ahogándose en el horizonte y me vinieron tus ojos acompañados de esa tu sonrisa y cuando la brisa soplo sentí un beso tuyo y creí morir.
Mis labios abiertos están, solo esperando tu cálido aliento, más sin embargo, tan solo el recuerdo de tu cercanía es quien domina mí ser y en un camino irreal nos encontramos y ese beso nos damos.
Mis labios te desean y no te han probado.
Mis ojos te añoran y tan solo te han mirado.
Mi corazón palpita, porque el tuyo lo hace latir.
Mi piel no es tal, porque le falta tu roce.
Mis noches son días eternos, porque tú eres mi amanecer y en mi vida aun no amanece, es una noche perenne, esperando tu llegar.
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