martes, 25 de agosto de 2020

El Triste

Las órbitas vacías de mis ojos 
son indicio de que ya en ellos no habitas.
Un solo par de huellas son marca en arena de quien ya no está.

El frío entra por los poros de mi piel,
en la cual ya no hay besos ni caricias,
nunca pedí nada tan solo quería dar y ella no quiso recibir.

Noches de inquietud más días sin sentido,
amar en distancia es amar en soledad,
buscaré el consuelo de mis letras, ellas dictaran el tiempo.

La llevaré siempre, no cerca, pero muy dentro.
Seré el triste zapato roto,
que de tanto caminar, ya nadie querrá usar.


viernes, 21 de agosto de 2020

La Olvidó

El no quería olvidarla,
no deseaba cegar la luz de ese su recuerdo,
borrarla de sus sueños,
dejar de respirar el aroma de su ser.

El revivir de su mirar,
el suspiro de sus besos,
la ilusión de tenerla,
la huella de su piel;
se desvanecieron en el.

Los colores intensos que rodeaban sus paisajes,
fueron tornándose en  grises imágenes sin nitidez y
así ella empezó a desaparecer.

La quiso como a nadie
y de la nada 
la olvidó.


martes, 18 de agosto de 2020

Me Enamoré

Me he enamorado dos veces en esta vida.

La primera vez me enamoré cuando unos labios tocaron los míos, en el exacto momento en el cual unas manos acariciaron mi tez, ella me hizo temblar con un mirar, sin palabras y con sencillez me enamoré sin esperar.

La segunda vez me enamoré
sin buscar,
sin querer,
sin pensar.

No preguntes cómo pero si cuando,
yo era un artista enamorado de mis letras, en la distancia fui escribiendo para ti, conociéndote a través de mis escritos, dibujandote en mis poemas, fue mi razón quien te dejo entrar en mi corazón.

Me enamoré en mis sueños, porque tus ojos me dejaron ver, en tu interior ese brillo de tu alma, probé del dulce de tu ser y así te quedaste en mi mente y cual niño queriendo más de ti.

Me enamoré en silencio y sin percatarme abri el cuaderno de mis letras secretas para ti, te dediqué los poemas, las rimas, los versos; en hojas quedaron mis gritos de amor.

Si no estás en mis brazos déjame tenerte en mis fantasías.

Me enamoré dos veces y en ambas me enamoré de Ti.


martes, 11 de agosto de 2020

Orillas

Soy prisionero del tiempo, esclavo del silencio, camino por la orilla de un abismo, sintiendo la daga de un sentimiento, el cual me castiga con vehemencia.

Apasionado del amor, pero torturado por el, divago en la disyuntiva de dos pensamientos, el de  lanzarme en la profunda oscuridad del olvido o el girar mi andar hasta encontrar la orilla del mar.

Que encrucijada en la que me encuentro, olvidar el pasado es imposible, de el se debe aprender, caer al abismo seria seguir amando un recuerdo, eterno pero vacío. Mientras en la orilla del mar lograría una vez más, conjugar mi verso con un romance  y en su profundidad vivir inmerso.

Siempre encontraremos en nuestro caminar una orilla, la mayoría de las veces nos dará miedo avanzar, bien sea a un abismo o a un inmenso mar.


domingo, 9 de agosto de 2020

Agonía

Perdí la paz que sentía,
el tiempo no ha traído el olvido,
hay lágrimas que no secan,
no evito sentir melancolía.

Mis ojos no cruzan con los suyos,
la bruma me impide respirar,
naufragó de luz,
en las sombras perezco en lentitud.

Soledad, excelsa soledad!! Quisiera olvidar.
Evitar este sufrir.
Volver a amar.
Sonreír...

El aire me ahoga, el recuerdo me agobia.
Mi pecado amarte, mi agonía no olvidarte.


miércoles, 5 de agosto de 2020

Mi Laberinto

Estos últimos días sentí la extraña necesidad de dejar de escribir, pero hubiese sido así como dejar de pensar. Me explicó?

Es dejar fluir un sentir, un momento de magia, de ver u oír algo que me transporta a una especie de espacio donde las palabras van tomando su debida posición, a veces riman, con seguridad hoy no lo harán.

Deje de escribirle a quien durante mucho fue inspiración de este vate, más no le olvidó, ella dueña de mis dedos cuando escribían en su piel, poseedora de la tinta donde mojaba mi pluma para crear los más exquisitos párrafos de amor, aquellos que hacían brotar lava del volcán.

Hoy mis dedos digitales solo pulsan una pantalla y en ella se pintan caracteres en un orden específico y sin emociones. Parece lejano el recuerdo de cuando mis manos recorrían cualquier trozo de papel, mientras el lápiz en la ya conocida tinta negra dejaba huellas en formas de jeroglíficos que solo yo lograba traducir y convertir en esas dulces poesías.

Hoy me encuentro perdido en mi propio laberinto, juntando piezas de un puzle, elaborado de recuerdos escritos dejados como pistas para reencontrarme.

He perdido tiempo luchando contra cosas fútiles que me han empujado al borde de abismos haciéndome perder de vista el frente para avanzar y crecer.

Soy culpable de mis desastres y equívocos, mis letras me alimentan y transforman, hacen percibir el mundo en diferentes visiones, tampoco soy todo lo que escribo, hay variables que solo a mi pertenecen. 
Quizás tan solo sea tristeza, aunada a decepción, sumada a esta soledad que no deja de volver, seguiré recorriendo este laberinto de la vida que me ha dejado sabores y sinsabores, caminos transitados que no volverán.

Iré con ritmo y tiempo escribiendo nuevas letras con mi identidad a cuestas sin mirar atrás, no dejaré de plasmar mis sentires, quedan aún muchas hojas en blanco y con suerte, otro pergamino en piel, donde mis dedos vuelvan a renacer.


martes, 4 de agosto de 2020

Adiós a la Deriva

Vino a despedirla al atardecer, justo antes de la noche oscura.
Pensaba olvidarla antes del amanecer,
ansiaba fuera esá orilla su sepultura.

Quiso dedicarle un verso en forma de adios,
más, anclado a sus ojos flotaba su imagen,
grabado en el horizonte su nombre y
en la profundidad de su alma su amor.

Ahí, bajo sus pies morían las olas, pero ¿en realidad lo hacían?

Comprendió entonces que un adiós no es una despedida,
es un hasta pronto a la deriva.

A veces, hundiendo un recuerdo creemos que ahogamos un sentimiento.


Dormir en casa ajena.

Pasa por ser un tanto raro, esto de despertar y no saber en dónde. Es algo incómodo encontrarte en un sitio que no es tu espacio. Girar y en...