Sufro alucinaciones, te veo en mis días, estás en mis sueños, eres mi deseo carnal. Oigo tu voz, te escucho suspirar, imagino tu susurro y mi deseo tu gemir. Te toco en el aire, paseo mi vista por tu piel y penetro en ti de modo mental. Deseo probar el manantial de tu sexo, beber de tu copa de placer. Oler el romance en el aroma que emanes al amar.
Este desorden de ideas en relación a ti, sin haber estado aqui, son los síntomas de mí delirio.
Mi cavilar silente produce ecos de mis sentimientos, no llames locura el pensar en ti, tal vez mi boca calle... pero sé que tengo labios imprudentes.
Miro al espejo y veo el vacío de tu ausencia en mi reflejo, la noche se alarga hasta el alba, otro día sin tu presencia.
Habrá un suspiro que escapé de mi alma delirante, que se fundirá con este deseo inagotable.
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