El dibujo de tu cuerpo aún no desaparece de mi cama,
en mi almohada el perfil de tu cara permanece estampado,
mis sábanas llenas de tu aroma plenan el ambiente.
Sé que no eras mía,
descansaste tu vuelo a mi lado,
se que la vida te presto a la mía,
ahora te toca avanzar.
Deje la puerta abierta pues presentía tu partida, te fuiste mientras dormía, sabías que no estoy preparado para tu salida, no podría oír un adiós de tu boca.
Las letras de mis poemas preguntarán por ti, la soledad ocupará el vacío de mi cama, tu ausencia será fría y tu almohada estará sin usar.
Presiento un dejo de dolor en mi futuro, pero, se que volverás, me dejaste tus alas libres e inquietas. No lloraré tu partida, ya que a tu vuelta,
volare junto a ti...
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