Abrí un libro casi olvidado, de sus páginas poco recordaba, una historia de amor o un trágico suceso guardaban sus líneas, ese aroma de hojas selladas avivó mi memoria, quería recordar de qué iba la trama, al hojear esas páginas ajadas por el tiempo, halle esa flor marchita que evocó su recuerdo. Sus ojos mirándome de soslayo, mientras los míos cautivos por la narrativa, sus manos en effleurage sobre mi y las mías acariciando páginas. Sus labios se acercaron y con suave ósculo me dijo ya vengo, de reojo la vi alejarse era un placer ver sus movimientos su don de mujer, seguí mi lectura, al volver llevaba en su mano la flor, sin palabras, tomo el libro y en una de las páginas que aún no leía la guardo, cerró el libro y con fija mirada dijo
"al llegar a esa hoja yo seré parte de esta historia que hoy lees con pasión".
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