No miento al expresar que más de un giro le quise dar a esta historia, quizás,
reparar ese cristal roto.
Porqué no hacer el intento por algo que tuvo un intrínseco valor para mi,
aunque cero a la izquierda fue para ti
Siento muertos los sueños, el alma dormitada, las letras apagadas;
me niego a abrir mis ojos y ver salir rencor de ellos.
Tengo un pequeño envase,
en el guardo tu aroma,
pero sé que al abrirlo olerá a soledad.
Puede que al releer mis poemas logres ver en ellos mis palabras atragantadas,
sé que al ver tus ojos no te reconoceré en ellos.
Sé que hoy me dueles,
he de irme con la sola certeza de que cuando me aprendas a leer,
ya la tristeza habrá sido vencida.
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